Taxonomía SOLO - John Biggs
Antes de comenzar a explicar la taxonomía SOLO, quiero introducir que una taxonomía es una forma de organización del conocimiento de alguna materia de acuerdo con determinadas características. La palabra etimológicamente viene de taxón que significa cajón, es decir, clasificar en diferentes cajones.
La taxonomía SOLO (Structure of Observed Learning Outcome) es una teoría acerca de cómo entendemos, para fundamentar la planificación de actividades y para fundamentar la evaluación de las actividades. En esta taxonomía se habla de cinco niveles y procesos acerca de cómo aprendemos, desde el prestructural hasta el abstracto extendido.
En estos vídeos podemos ver que hay dos tipos de estudiantes, los que sacan provecho (Susan) y los que no (Robert). Actualmente la mayoría de los alumnos son Robertos, parte de la culpa de esto parece estar en las etiquetas con las que organizan los profesores a sus alumnos: bueno o malo.
Si queremos que nuestros alumnos lleguen al quinto nivel (sean Susans), tendrá sentido incluir en la evaluación y en la práctica líneas en relación con el aprendizaje profundo. Debemos hacer que la intención de los maestros se vea reflejada en los exámenes y así, los alumnos tendrán que interiorizar todos los contenidos y no solo lo que vaya a caer en el examen.
Hay tres niveles de maestros, los primeros, como he mencionado se encargan de separar en lo que son los alumnos (buenos o malos), los segundo, se encargan de qué hace el maestro, así que si es un buen maestro, pues motivará a sus alumnos. Pero no es suficiente con esto, el tercer nivel es el que se ocupa de lo que hace el estudiante, antes durante y después de estudiar.
En estos vídeos se explica que los humanos no aprenden por transmisión sino por construcción, es decir, el alumno aprende de lo que él hace, no de lo que el maestro dice. Es por esto que en nuestro aula debemos crear desde infantil espacios donde el alumnado experimente y aprenda investigando por sí solo, espacios que simulen situaciones conflictivas en las que los niños y niñas tengan que pensar, reflexionar y buscar una solución. Una buena enseñanza significa que los alumnos sean capaces de usar procesos cognitivos.
La taxonomía SOLO (Structure of Observed Learning Outcome) es una teoría acerca de cómo entendemos, para fundamentar la planificación de actividades y para fundamentar la evaluación de las actividades. En esta taxonomía se habla de cinco niveles y procesos acerca de cómo aprendemos, desde el prestructural hasta el abstracto extendido.
- Nivel prestuctural.
- Nivel uniestructural.
- Nivel multi-estructural.
- Nivel racional.
- Nivel abstracto extendido.
Los niveles cuatro y cinco se conocen como aprendizaje profundo, en este aprendizaje se es capaz de comparar, evaluar, analizar, relacionar..., los niveles dos y tres son el aprendizaje superficial, es decir, definir, identificar, hacer procedimientos simples, describir, enumerar...; el primer nivel sencillamente no es aprendizaje.
En estos vídeos podemos ver que hay dos tipos de estudiantes, los que sacan provecho (Susan) y los que no (Robert). Actualmente la mayoría de los alumnos son Robertos, parte de la culpa de esto parece estar en las etiquetas con las que organizan los profesores a sus alumnos: bueno o malo.
Si queremos que nuestros alumnos lleguen al quinto nivel (sean Susans), tendrá sentido incluir en la evaluación y en la práctica líneas en relación con el aprendizaje profundo. Debemos hacer que la intención de los maestros se vea reflejada en los exámenes y así, los alumnos tendrán que interiorizar todos los contenidos y no solo lo que vaya a caer en el examen.
Hay tres niveles de maestros, los primeros, como he mencionado se encargan de separar en lo que son los alumnos (buenos o malos), los segundo, se encargan de qué hace el maestro, así que si es un buen maestro, pues motivará a sus alumnos. Pero no es suficiente con esto, el tercer nivel es el que se ocupa de lo que hace el estudiante, antes durante y después de estudiar.
En estos vídeos se explica que los humanos no aprenden por transmisión sino por construcción, es decir, el alumno aprende de lo que él hace, no de lo que el maestro dice. Es por esto que en nuestro aula debemos crear desde infantil espacios donde el alumnado experimente y aprenda investigando por sí solo, espacios que simulen situaciones conflictivas en las que los niños y niñas tengan que pensar, reflexionar y buscar una solución. Una buena enseñanza significa que los alumnos sean capaces de usar procesos cognitivos.
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